Funerales, muerte y el más allá en la historia del Perú

Estudiar las tradiciones sobre la muerte que acompañan a la población indígena en nuestros días nos prepara para un análisis que deberá hacerse dentro de unos años, cuando podamos reflexionar con madurez frente a este tiempo de crisis. No es la primera vez que los Andes enfrentan desgracias que cubren toda su extensión, desde guerras contra armas desconocidas, hasta pandemias para las que carecían de remedios.
El producto de situaciones como las mencionadas, llevó a su población desde una feroz caída demográfica, de la que se recuperó, hasta una situación de servidumbre y olvido, de lo que todavía no logra zafarse.
Es inevitable que su pensamiento sobre esas desgracias haya tenido un efecto notorio en la reflexión sobre la muerte y el más allá, que es el motivo de este libro. Todo extremo posible ha sido explorado por este sufrido segmento de nuestra población: desde creer que sus líderes (los Incas) eran inmortales hasta suponer que la independencia, lograda por criollos y mestizos, les ofrecería algún beneficio.
Los funerales, la muerte y el más allá tienen las características multiformes de una preparación para un largo viaje cuyo final no conocemos, pero cuya minuciosa preparación nos da las armas para evitar destinos de sufrimiento. A ello se sumará lo que andinos y antiguos sumerios coinciden con respecto a las celebraciones de comidas, bebidas y fiesta con que los parientes y amigos recuerdan a sus difuntos. La frase fue de Enquidu al entristecido Gilgamesh: si no te olvidan, habrá también celebración en el más allá, si nadie te recuerda, comerás las sobras de los más afortunados.