El Archivo de Láminas y Estampas de la Biblioteca Nacional de Chile alberga una significativa colección de originales de Nato que da cuenta de la trayectoria y el oficio del dibujante. A través de las más de 150 piezas que la componen, es posible rastrear la historia de algunos de sus personajes más reconocibles: Ponchito, el pequeño campesino del Maule; Peneca, el personaje símbolo de la mítica revista homónima; Pituto, un niño «bueno para la pelota», al igual que Cachupín y Fanatincha; el irreverente Insolencio y el poético Toribio el Náufrago.
En la década de 1860, las tarjetas postales surgieron como un medio de comunicación que respondía a las necesidades de mensajería dentro del contexto europeo de la Revolución Industrial y de los progresivos cambios políticos, económicos, culturales y sociales que fueron sucediendo. Este novedoso sistema comunicacional reemplazó a las cartas de varias carillas, enviadas en sobres sellados con un mensaje privado, ya que las tarjetas postales fueron diseñadas para circular sin sobre y con su mensaje al descubierto. Su bajo costo y la posibilidad de enviar y recibir mensajes breves de rápida emisión, hicieron de las postales un sistema de comunicación masiva, sin importar el estatus social o económico del consumidor.
Trauko, mítica publicación chilena editada a fines de la década del ochenta, se muestra como un ejemplo representativo de un particular proceso editorial independiente en el país, donde una serie de revistas surgidas en el underground nacional se manifestaron como una respuesta contracultural a la censura y el apagón artístico impuesto por la dictadura. A partir de la revisión de parte de la colección alojada en el Archivo Láminas y Estampas de la Biblioteca Nacional de Chile, estableceremos una mirada a su contexto, considerando su importancia durante el periodo, no solo como revista de historietas, sino dentro de toda la escena artística de la época, dando cuenta de la amplitud y riqueza de sus contenidos y el aporte a nuestro acervo cultural.
El Archivo Fotográfico y Audiovisual de la Biblioteca Nacional de Chile conserva desde 2016 la hasta hace poco desconocida producción fotográfica de Benedicto Rivas (1893-1974), agricultor de Cholchol, Región de la Araucanía. Conformado por 584 fotografías en distintos soportes y formatos fechadas entre 1905 y 1940 –además de algunas postales, hojas de álbumes y dos cámaras fotográficas utilizadas por el autor–, el conjunto muestra distintos aspectos de la vida en la mencionada localidad, ofreciendo una perspectiva singular de la práctica fotográfica en Chile.
A 50 años del golpe de Estado que estremeció a Chile el 11 de septiembre de 1973, volver a mirar las imágenes fotográficas de la dictadura supone un poderoso ejercicio de memoria. A través de estos registros podemos aproximarnos a las experiencias de violencia, resistencia y cuidado mutuo que miles de personas vivieron por esos años, y reflexionar sobre la relación entre fotografía y memoria, especialmente compleja cuando se trata de hechos o procesos históricos cuyas heridas aún perduran. Pero también es importante preguntarnos por las dinámicas de circulación, conservación y puesta en valor de dichos materiales históricos y por las relaciones de inequidad que subyacen a ellas, en particular, respecto de la producción fotográfica de mujeres fotorreporteras.
El arte de la ilustración en la primera mitad del siglo XX estuvo dominado por hombres. La escasa representación femenina en el oficio se debió a factores estructurales de orden social, cultural y económico, que impidieron a las mujeres desarrollarse en esta disciplina –como en muchas otras– con la misma libertad que sus pares masculinos. Esto se expresó no solo en mayores dificultades para insertarse en los espacios de trabajo principales de las artes gráficas –la prensa, la publicidad y la industria editorial–, sino también en una invisibilización y una desvalorización de la producción de las ilustradoras que aún no ha sido del todo remediada.