Se premiaron cuentos de funcionarias y funcionarios en aniversario de la Biblioteca Nacional
Este certamen fue una invitación abierta a ejercitar la imaginación y a poner en palabras, vivencias, emociones e historias que mostraron la creatividad literaria de aquellos que trabajan en la Biblioteca Nacional.
El presidente de jurado fue Thomas Harris, poeta, profesor de Castellano, Magíster en Literaturas Hispánicas y jefe de Ediciones Biblioteca Nacional. Los ganadores recibieron premios donados por el artista Alejandro “Mono” González, el Fondo de Cultura Económica, el teatro Municipal y el casino de la Biblioteca Nacional.
Los cuentos premiados fueron los siguientes:
PIRMER LUGAR: “¿Y tú de dónde eres?” de Clara Palabra, seudónimo de Pamela Carrasco, del Archivo de Literatura Oral y Tradiciones Populares.
SEGUNDO LUGAR: “Cambio de Turno” de “Gabrielle Capell, seudónimo de Mariela Candía, del Archivo de Gráfica Chilena.
TERCER LUGAR: “Pepas Punkis (Verano, 1986) de El hombre pie (de limón), seudónimo de Felipe Solís, del Archivo de Música.
MENCIONES HONROSAS:
1) “El Pasante” de Paolo Manzári, seudónimo de Pablo Farías, del Departamento de Gestión y Desarrollo.
2) “El lector invisible” de Chicharito, seudónimo de Samuel Espinoza, de la sección de Adquisiciones Bibliográficas.
3) “Porque es de Todos” de Don Toño, seudónimo de Cecilia Astudillo, jefa del Archivo de Música.
¿Y tú de dónde eres?
Nos reconocemos: él es del ascensor que siempre se detiene en el segundo. Ella, de la fila del casino que defiende la cazuela como si fuera patrimonio. Nos saludamos como si nos conociéramos de siempre. Nos cruzamos en los pasillos con respeto y complicidad, aunque nadie sabe en qué sección trabaja el otro. ¿Será de Archivo, Catalogación o del sector Moneda? Quién sabe. A veces pienso que algunos funcionarios son como libros sin catalogar: sabemos que existen, pero no tenemos los datos. En esta Biblioteca solemne, nos leemos entre líneas, aunque aún no sepamos en que estante va cada uno.
CAMBIO DE TURNO
El anciano llegaba a la biblioteca, siempre al mismo rincón, sacaba un libro del estante 101 y lo ojeaba como releyendo un recuerdo. Nunca habló con nadie. Un día no volvió, pero el libro estaba abierto sobre la mesa. La bibliotecaria, intrigada, se acercó al libro y en la última página vio escrito a mano: "Nos vemos pronto". Esa noche soñó con él caminando entre estantes interminables, repletos de libros; al despertar tenía el cabello blanco y la piel arrugada... no recordaba nada, solo sabía que debía leer. Regresó a la biblioteca y sacó el mismo libro del estante 101.
PEPAS PUNKIS (Verano. 1986)
Me chorié una ficha de la biblioteca y lo traje anotado. La chicota ¿sabí cómo se llama? Es Flu... espera, Flu-niii... tra-zee-pam: Flunitrazepam. El nembutal se llama Desbutal... (entonan juntos "Rubia de los ojos...ce-les-tes!!!" jajaja). Las "blancas" se llaman Escanciles, las "católicas" y las "chapulinas" son anfetas, los "tona" son Tonaril y son pa'l Parkinson!!! De chiripa di con un libro de un Nicomedes (jajaja, el medio nombre) Guzmán y decía que el "ñoco" es un zapallo que se deja asolear. Demás que por eso se le dice así al neo.
La bibliotecaria me preguntó si estudiaba Química y Farmacia. Me cagué de la risa. Ella no.
El Pasante.
Entre altos muros, me paseo en silencio par la biblioteca... Soy un pasante anónimo, no tengo nombre ni dueño, soy de varios y de nadie... Algunos me acarician y me alimentan, otros me muestran su indiferencia. Vivo en un anonimato perpetuo dentro de un baluarte cultural, rodeado de libros que nunca podré leer, rodeado de gente que nunca podré conocer..., y no me lamento, porque solo estoy de paso... Quien se lamenta por mí escribe estas líneas... quien se preocupa por mí, lee insaciablemente de sus libros... Él me acaricia todos los días y Yo le regalo un ronroneo...
El lector invisible
Cuando cae la noche y todos se marchan, algo despierta en la Biblioteca Nacional. No es el viento ni el crujir de la madera... es él.
Nadie lo ve, pero siempre está. Recorre los pasillos, detiene relojes, hojea libros que ya no existen.
Dicen que fue un escritor olvidado, que nunca publicó.
Cada madrugada escribe una línea nueva en algún tomo escondido. Los bibliotecarios creen que es un error de imprenta.
Pero los que leen esas frases sienten escalofríos. Como si alguien les hablara desde el otro lado.
Como si la biblioteca también escribiera su propia historia.
PORQUE ES DE TODOS
- ¡Abueloooo! ¡Cuéntanos de esa vez que se tomaron la Biblioteca Nacional!
- ¡Sii! ¡Abuelo cuéntanos!
Se acomoda el viejo en su poltrona y les sonríe
-Hace muuuchos años, nos juntamos los actores, los músicos, poetas, escritores, periodistas, pintores ... y entramos con un gran lienzo, gritando
- ¿Qué decían abuelito? - Pregunta la más pequeña
- ¡VIVA LA CULTURA! -
Exclama don Toño extendiendo sus brazos para mostrar cuán grande era su cartel. Luego mira al suelo y calla.
Los gritos lo traen, para interrogarlo. La pregunta que repiten es la misma de esos años: ¿por qué la Biblioteca?
-Porque es de todos- responde