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Los nuevos maestros del cine japonés

Los nuevos maestros del cine japonés

Publicado el 08/10/2009
Poco conocida en Chile, la filmografía nipona reciente está llena de grandes sorpresas. Una selección de cinco películas producidas en los últimos años será una buena oportunidad para comprobarlo.


Con un nombre con encarna todo el prestigio del cine japonés, el director Kiyoshi Kurosawa -que no tiene ningún parentesco con el maestro Akira- es buen ejemplo del trabajo de los nuevos cineastas nipones, quienes se han dado a conocer en los principales festivales del mundo con cintas que se apropian de los géneros tradicionales para crear un cine personal y de alto nivel estético.

Kiyoshi Kurosawa ha elegido el cine de terror, un género que desde El aro, de Hideo Nakata (1998), ha sido tan aplaudido y como plagiado. Su película Crímenes oscuros (Sakebi, 2006), que el viernes 9 de octubre da inicia el ciclo Cine japonés del siglo XXI, organizado por la Biblioteca Nacional con el apoyo de Mundo Planet, es un buen ejemplo de su particular modo de entender el horror. En ella, un detective tendrá que enfrentarse a un asesino en serie y a sus propios miedos.

El viernes 16 es el turno de Katsuhito Ishii, conocido en esta parte del mundo por el trepidante fragmento de animación de la película Kill Bill, de Quentin Tarantino. En El sabor del té (Cha no aji, 2004) se da cita el Japón tradicional, con juegos de go, cerezos en flor y una familia rural, y el país actual marcado por la visualidad del manga y la violencia de los yakuza. Todo esto con un toque de surrealismo y humor que la transforman en una cinta entrañable.

Más realista y social es la apuesta de Hirokazu Koreeda, quien en Nadie sabe (Dare mo shiranai, 2004), cinta que en el límite del documental y la ficción se adentra en el drama de cuatro niños abandonados en un pequeño departamento de Tokio. Sobrecogedor filme de uno de los cineastas jóvenes más importantes de Japón, será exhibido el miércoles 21 de octubre.

Sangre, artes marciales y espadas no escasean en el cine japonés. Tampoco lo hacen en Azumi (2003), de Ryuhei Kitamura, una cinta basada en un popular manga que retoma la línea de los filmes clásicos del chambara, o cine de samurais, y será presentada el viernes 23 de octubre. Kitamura utiliza la estética de los videos juegos, con su cuota de fantasía y efectos especiales, para contar la historia de una joven huérfana que es entrenada por un implacable guerrero del Japón feudal.

El programa concluye el miércoles 28 con El secreto del bosque (Mogari no mori, 2007), película ganadora del Gran premio del jurado del Festival de Cannes 2007. Dirigida por Naomi Kawase, una de las voces más importantes del nuevo cine japonés, el filme relata la historia de Machiko, una trabajadora social, que decide ir de paseo al campo con uno de los ancianos que cuida. Sencillez y sobriedad caracterizas esta película donde el paisaje tiene un intenso protagonismo.