La Primera Guerra Mundial en Chile, una sátira muy real
Un 28 de junio de 1914, en las lejanas calles de Sarajevo, un joven nacionalista serbio llamado Gavrilo Princip asesinaba de un disparo al Archiduque del Imperio Austrohúngaro Francisco Fernando. Justo un mes después las tropas imperiales austrohúngaras cruzaban la frontera serbia, desencadenando el inicio de la Primera Guerra Mundial. De golpe, Alemania, Francia, el Imperio Ruso, el Imperio Británico, el Imperio Otomano, el Reino de Italia, el Reino de Montenegro y el Reino de Bélgica, se unían al enfrentamiento, y en 1917 los EE.UU harían su entrada a la guerra.
Mientras en Europa ardía, Chile miraba desde la lejanía el conflicto. Lo más importante para el gobierno del liberal Ramón Barros Luco era la economía y el comercio internacional. Ambos bandos presionaban a los países neutrales a unirse a los bloqueos económicos. Lo más llamativo para nuestro país, a nivel bélico, fueron los enfrentamientos navales frente a las costas de Coronel entre alemanes y británicos, y el descubrimiento de que Caldera era utilizado como puerto ilegal por los navíos británicos.
Los chilenos estaban ávidos de noticias de los distintos frentes. Mal que mal, el conflicto crecía día a día, y se transformaba en la guerra más brutal que el mundo vería, por lo menos hasta 1940. Por lo mismo es que Corre Vuela, revista semanal de sátira política y humor que comenzó a circular en Santiago el 1 de enero de 1908, transformaría las noticias del frente en material satírico de diferentes tipos.
Corre Vuela circulaba en Santiago y contenía poesía, historietas, crítica política, crónica, cuentos, datos domésticos, deportes, crónica roja, acontecimientos locales y diversos anuncios publicitarios. Entre los ilustradores se encontraban Jorge Délano “Coke”, Raúl Simón y Julio Bozo "Moustache".
La revista seguía la línea satírica que ya habían usado otras publicaciones nacionales como El Fígaro a principios del siglo XX, El Charivarí, La Linterna del Diablo, El Padre Padilla y El Padre Cobos en el siglo XIX, y por la misma Lira Popular desde 1866 en adelántate. Este tipo de publicación luego sería popularizada por la revista Topaze desde 1930.
Corre Vuela se dedicó a informar sobre la guerra en Europa a través de artículos y crónicas ilustradas cargadas de humor negro, para lo que presentaba telegramas y noticas de guerra ficticias, donde narraba noticias de los diferentes países, la cantidad de bajas, la destrucción de ciudades y la avaricia económica de todos los involucrados. Impacta leer la soltura con la que se cuenta como los buitres se alimentaban felices de los cadáveres en Flandes o de la ineptitud de los soldados ingleses. Entre las ilustraciones sobresalen la muerte pidiendo clemencia a Dios por el exceso de trabajo, alemanes ofreciendo arreglar la guerra a garrotazos en el Parque Cousiño, o poniendo en duda la supuesta valentía de los EE.UU. Lo interesante es que la revista solía incluir a Chile dentro de estos mini relatos, dando un matiz local a la guerra.
Cabe destacar que la lejanía del enfrentamiento era tremenda, en una época donde un viaje entre Chile y Europa tardaba semanas o meses. No hablamos de un mundo globalizado sino de un Chile más bien aislado en su realidad latinoamericana. La revisión del material de Corre Vuela no habla solo de la guerra sino de la relación de los chilenos con ella. Pero no es que la guerra fuera un tema ajeno para el país, veníamos saliendo de la Guerra del Pacífico y de la Invasión a la Araucanía finalizadas ambas en 1883, y también de la Guerra Civil de 1891.
La revisión de esta colección invita a revisitar los límites del humor en los inicios del siglo XX en Chile. La sátira con la cantidad de cadáveres que inundaban Francia o la bestialidad de los soldados alemanes, parecería imposible de publicar para cualquier medio al día de hoy. Los niveles de aceptación del público funcionaban con otro tipo de estándares, y el trabajo tanto de periodistas como ilustradores parecía no tener límite en cuanto a lo ácido y negro que el humor podía llegar a ser.
Al mismo tiempo podemos ver como un evento de tal significación en la historia, no solo europea, sino global, fue vista desde la perspectiva nacional. El conflicto tuvo profundas consecuencias a nivel nacional. Significó la activación de las diferentes colonias residentes en Chile, la división económica, la obligación a tomar partido por tal o cual bando, el enfrentamiento con la muerte, el crecimiento de la maquinaria bélica y la explosión de los nacionalismos entre otros muchos efectos.. A través de las páginas de Corre y Vuela destilan todas estas preocupaciones humanistas que la Primera Guerra reflotó, y que solo se intensificarían con la llegada de la Segunda Guerra Mundial. Además de significar una brutal detención al sentimiento de progreso globalizado de principios de siglo.
La Hemeroteca de la Biblioteca Nacional tiene una colección de 20 números de Corre Vuela, que incluye publicaciones desde el año 1909 hasta el año 1927. Pero además se pueden encontrar en Biblioteca Nacional Digital 198 láminas digitalizadas del material de la revista sobre la Primera Guerra Mundial. Los invitamos a revisar este contenido que es un verdadero tesoro sobre la historia de la sátira y el humor negro ilustrado. El arte de relatar la guerra toma un nuevo sentido cuando las noticias pasan por las mentes de artistas y escritores
Compartimos con ustedes el sitio de Memoria Chilena sobre Corre Vuela, sobre la participación de Chile en la Primera Guerra Mundial y sobre la sátira política en Chile. Además les dejamos el enlace con todas las 198 ilustraciones y columnas de Biblioteca Nacional Digital.
La posición chilena durante la Gran Guerra (1914-1918)
Corre vuela (1908-1927)
La sátira política en Chile (1811-1898)
Biblioteca Nacional Digital