35 MIRADAS A UNA GESTA HEROICA
Eran las 9:30 de la mañana del 21 de abril de 1960. En ese momento se oficializó el traspaso de los tres poderes del estado desde la antigua capital de Brasil, Rio de Janeiro, a la flamante ciudad de Brasilia. Ese día se concretaba el sueño y el trabajo de miles de personas que dieron un esfuerzo gigantesco para construir, en sólo 4 años y medio, una ciudad en medio de la sabana brasileña. Testigo de estos hechos y [!B:[!N:www.memoriadebrasilia.com.br partícipe del espíritu de la fundación de Brasilia, la argentina Mercedes Urquiza]], curadora de la muestra, tuvo la oportunidad de recorrer las obras junto al fotógrafo sueco Ake Borglund. Ambos conocieron de esta forma el trabajo de los obreros, y sobre todo, su cotidianeidad y sus rostros ; mismos que ahora conforman más de la mitad de las imágenes que contiene esta muestra. Sin embargo, la muestra no estaría completa sin que se pueda ver la actual cara de la ciudad. Y con este fin se utilizaron 15 fotografías de otro artista, el brasileño [!B:[!N:www.faquini.com.br Rui Faquini]]. Fotografías de gran belleza que muestran la arquitectura, el paisaje abierto y las construcciones emblemáticas de la ciudad capital del Estado brasileño. Así se conforma una muestra que ofrece dos rostros, el de los hombres humildes que le dieron forma a una ciudad y el de una Brasilia madura, pujante y hermosa. La exposición llega a la Biblioteca Nacional (Alameda 651, Santiago) en el marco de una gira por los países del MERCOSUR y, tras ser exhibida en el Hotel Sheraton, permanecerá en el Salón Fundadores de la Biblioteca entre el 1 y el 16 de septiembre. Posteriormente, la exhibición visitará la Universidad Diego Portales, para más tarde proseguir su recorrido en París, en el marco de las celebraciones del "Año de Brasil en Francia". [!B:BRASILIA, IDEALISMO SIN LíMITES] El ambicioso proyecto de crear una ciudad totalmente planificada era el sueño visionario de Juscelino Kubitschek, electo presidente de Brasil en 1956. El anuncio de construirla había generado un gran escepticismo entre la propia población brasileña. Pocos creían que fuese posible levantar, una ciudad moderna al interior del país. Esto, tomando en cuenta que el centro político y comercial de ese país siempre había estado en el litoral y, por lo tanto, enfocado hacia Europa. Pero la visión fue más fuerte que todos los pesimismos. El mismo Kubitschek, para dar impulso a esta gigantesca labor, dijo: "Este acto representa el paso más viril, más enérgico, que una nación da en pos de su independencia política, para una plena afirmación como pueblo que toma en sus hombros una de las más extraordinarias tareas que la historia contemporánea vio atribuirse a una colectividad". Así, los anónimos obreros y artistas que trabajaron siguiendo los lineamientos de los arquitectos Lucio Costa y Oscar Niemeyer, además de la dirección de Israel Pinheiro, presidente de la "Companhia Urbanizadora da Nova Capital do Brasil" (NOVACAP), vieron en el acto que trasladaba los poderes del Estado a Brasilia la conclusión de un titánico esfuerzo, que bien merece recibir el nombre de "La Epopeya de Brasilia".