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Siempre del lado de los niños: Los dibujos de Nato (Renato Andrade)

Renato Andrade (1921-2006)

Nacido en San Javier, Renato Andrade (1921-2006) creció en un entorno campesino, marcado por la observación de la naturaleza, las revistas y el humor de su padre. La proliferación de las revistas de «monos» y el prestigio que alcanzaban los dibujantes hizo de este un oficio atractivo para los niños y jóvenes de la época, que a menudo enviaban sus propias creaciones a sus publicaciones favoritas, con la esperanza de verlas impresas. Uno de ellos fue Renato Andrade, quien, a los 16 años de edad, vio publicado su primer dibujo nada menos que en la más emblemática revista infantil chilena: El Peneca.

Curiosamente, en el destino profesional de Andrade hubo más de azar que de vocación: ese mismo año 1937, habiendo solicitado un curso por correspondencia de Cartografismo, recibió, en cambio, uno de Caricaturismo. Lejos de desanimarse, decidió aprovechar el equívoco y, con el humor y la disciplina que lo caracterizaban, seguir las lecciones contenidas en los más de 30 cuadernos que componían el curso. Su talento y perseverancia lo convirtieron en un alumno destacado, capaz de dar vida a personajes únicos y situaciones cómicas con un estilo propio.

Firmando como «Nato» –seudónimo que lo acompañaría por el resto de su carrera– en 1943 publicó en la revista El Cabrito su primera tira cómica profesional, titulada «Una vez Pirulín». De ahí en adelante, por más de medio siglo, participaría en varias de las más importantes revistas ilustradas chilenas del siglo XX –SimbadBarrabasesEl PenecaEstadioPobre DiabloEl Pingüino, el suplemento Remolino, por nombrar algunas–, así como en otros diversos proyectos editoriales, entre ellos, la Editora Nacional Quimantú. La presencia de sus ilustraciones y personajes en diversos diarios, revistas y libros le valió un lugar en el imaginario cotidiano de diversos públicos, con una evidente primacía del público infantil. Su trabajo le habló, especialmente, a la niñez de la posguerra.

El Archivo de Láminas y Estampas de la Biblioteca Nacional de Chile alberga una significativa colección de originales de Nato que da cuenta de la trayectoria y el oficio del dibujante. A través de las más de 150 piezas que la componen, es posible rastrear la historia de algunos de sus personajes más reconocibles: Ponchito, el pequeño campesino del Maule; Peneca, el personaje símbolo de la mítica revista homónima; Pituto, un niño «bueno para la pelota», al igual que Cachupín y Fanatincha; el irreverente Insolencio y el poético Toribio el Náufrago. También examinar en detalle el proceso creativo y los recursos técnicos detrás de magníficas historietas cómicas como «El Loco y don Cuerdo», cuyos originales conservan las huellas del grafito, las «camisas» a color, las tramas en lápiz azul y las indicaciones manuscritas del artista.

Con modestia, sin mayores pretensiones, Nato se ganó un lugar en la memoria de quienes fueron niños y adolescentes en la segunda mitad del siglo XX, a los que educó, entretuvo e inspiró a través de sus dibujos. Su trayectoria es ilustrativa de una época de oro de la industria editorial chilena, a cuyo desarrollo y continuidad aportó no solo con su obra gráfica, sino también con su generosidad y compañerismo.

 

Descarga el artículo completo «Lecturas para la infancia: Nato bajo la lupa», por Jorge Montealegre Iturra.