El mundo en una biblioteca. Cien años de la donación de José Toribio Medina.
La exposición fue curada por la historiadora e investigadora Macarena Ríos, y a través de su mirada, la colección es subdividida en temas específicos: por un lado, la vida y obra de José Toribio Medina; sus viajes; la importante figura de su compañera de vida y trabajo, Mercedes Ibáñez; el desarrollo de sus propias imprentas, Ercilla y Elzeviriana; así como la formación y donación de la colección, que desde 1925 se encuentra disponible con documentos, publicaciones y objetos personales, en la Sala Medina de la Biblioteca Nacional.
José Toribio Medina nació en Santiago en 1852 y desde pequeño desarrolló intereses relacionados con las humanidades: así lo demuestran sus distinciones en latín y literatura, otorgados al momento de egresar del Instituto Nacional. En su paso por esa casa de estudios, fue alumno de Rodulfo Philippi y Diego Barros Arana, destacados intelectuales de la época que fueron de gran influencia para el bibliófilo.
Años después, en 1873, se tituló como abogado de la Universidad de Chile; carrera que se ve superada por su real pasión: la de convertirse en un gran intelectual, pues con los años va a desarrollar su interés por los libros y la historia, hasta llegar a ser un reconocido americanista, hispanista y colonialista, además de escritor, impresor, entre otros oficios que desarrolló a lo largo de su vida.
Para eso fueron de gran importancia diversos viajes que realizó. En 1874 fue nombrado Secretario de la Legación Chilena en Lima, donde conoció los impresos publicados durante el Virreinato del Perú. Este primer encuentro da inicio a una seguidilla de viajes por ciudades y archivos relevantes de la época, como Argentina, España, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña; destacando entre ellos el Archivo de Indias de Sevilla, el Archivo de Simancas y el Museo Británico. De ellos recopiló documentos y aprendió sobre conservación de monumentos y bibliotecología, saberes que le permitieron organizar diferentes colecciones y recopilaciones una vez que estuvo de vuelta en Chile.
En 1887 publicó su primer libro, Historia de la Inquisición en Lima, obra que marcó el comienzo de un largo trabajo como escritor, investigador, editor, tipógrafo e impresor, desarrollado a través de sus imprentas Ercilla, instalada en su casa en 1888 y, desde 1896, la Elziviriana. Con ellas no solo imprimió fuentes que él mismo recopiló en sus viajes, también publicó escritos propios y catálogos que le permitieron organizar distintas colecciones y ediciones temáticas.
Tras un período de exilio en Argentina, volvió a Chile en 1895. En 1897 se desempeñó como docente de la Universidad de Chile, en la cátedra Historia Documental Americana y Chilena. De ahí en adelante continuó con su labor documental y con la publicación de estudios monográficos sobre diversos temas hasta su muerte en 1930.
En todas estas labores e instancias de la carrera de Medina, destaca la participación de Mercedes Ibáñez, compañera de vida y de trabajos. Guillermo Feliú Cruz, historiador y discípulo de J. T. Medina, se refirió a ella como “la heroína anónima” de los trabajos del historiador quién, además, hizo posible que la casa de ambos fuera un centro de reunión de individuos importantes e inspiradores para las prácticas e investigaciones de Medina.
Unos años antes de su muerte, José Toribio Medina decide dejar su colección de libros y objetos personales a la Biblioteca Nacional de Chile. Entre 1913 y 1925 el edificio que hoy alberga a esta institución, comenzó su primera etapa de construcción, situación que Medina aprovechó para entregar sus posesiones bibliográficas más importantes y solicitar, con ello, la construcción de un espacio propio y especializado para su donación.
Hoy la Sala Medina, ubicada en el 2do piso de la Biblioteca Nacional de Chile, alberga el fondo bibliográfico más valioso de Chile y uno de los más importantes de América Latina. Compuesta por cerca de 35 mil títulos, en ella se pueden encontrar libros y documentos fundamentales para conocer la historia y cultura hispano colonial, así como información sobre el siglo XIX chileno, la América Española y valiosos impresos europeos que datan desde el siglo XV en adelante.
“El mundo en una biblioteca. Cien años de la donación de José Toribio Medina” celebra el centenario de su colección, por medio de la disposición de gran parte de su donación al público que visita la Biblioteca Nacional todos los días. La exposición se divide en dos espacios en particular: por un lado, se encuentra el Salón Marta Cruz Coke, con un recorrido por la vida y obra de José Toribio Medina, en el que se presentan publicaciones, documentos, fotografías, objetos y textiles, que dan cuenta del trabajo de resguardo, restauración y estudio a la que su colección ha sido sometida desde su donación hasta el día de hoy. Y, por otro, la Sala Medina celebra el centenario abriendo sus puertas con material exclusivo analizado por reconocidos investigadores y trabajadores de la Biblioteca Nacional, que encuentran en esta colección un tesoro digno de destacar y profundizar.