Aunque suene obvio, este trabajo es realizado por personas que en muchas ocasiones le han dedicado una buena parte de su vida. Sin embargo, como es natural, todo ciclo tiene un final y entre el año pasado y este año, 10 funcionarios han terminado o pondrán fin a su periodo de servicio público y se acogen a una merecida jubilación. 

Como parte del equipo que trabaja en esta institución, tenemos el privilegio de saber que nuestra labor impacta en la gente, que es una labor que trasciende, porque a través de ella se aporta a la creación, investigación, conservación y difusión de nuestro patrimonio y a partir de ello a nuevas creaciones.

Sin duda, todos los que en este período se acogen a retiro han sido trabajadores que dieron todo de su parte para que la Biblioteca Nacional pueda cumplir sus metas y realizar sus labores de la mejor forma posible y ser parte del ciclo mencionado anteriormente. Sin embargo, probablemente sean más recordados por la impresión que han dejado en sus compañeros, quienes ahora tienen la misión de continuar con su trabajo.

Todos han sido ejemplo de esfuerzo y sacrificio,  pero también lo han sido de amistad y compañerismo, de alegría y solidaridad. Así que estimados Iván Buzeta Silva, Mauricio Barrera Bakit, Patricia Riquelme Pino, Augusto Bianque Ortega, Cecilia Casado Pinto, David  González Soto, Hilda Oliveros Pizarro, Marcelo Rojas Vásquez, María Antonieta Palma Varas y Wilma Stuardo Osorio, lejos de ser esto una despedida, es una forma de desearles que esta nueva etapa que se inicia esté llena de metas y satisfacciones, de personas y lugares por conocer, de cariño y aventuras. Mucha suerte y muchas gracias también por el trabajo realizado.