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Secretos y laberintos del Fondo General de la Biblioteca Nacional de Chile

Secretos y laberintos del Fondo General de la Biblioteca Nacional de Chile

Publicado el 16/05/2011
Visitamos los depósitos de la Biblioteca Nacional, donde miles de libros año a año salen a consulta esperando satisfacer dudas -en literatura e historia sobre todo- y dando espacio al gusto de leer. Conversamos con la Jefa de la Sección, Eliana Peña Córdova, con la que hablamos del presente, futuro y fantasmas de la sección más grande de la Biblioteca Nacional de Chile.

Es difícil llegar a su oficina. Para cualquier usuario, es simplemente invisible. Ubicada en el corazón del edificio de la Biblioteca Nacional, detrás del Salón Gabriela Mistral y luego de cruzar el 4° piso de los depósitos, aparece en una puerta tímida un salón antiguo donde se guardan los secretos de la sección más antigua de la Biblioteca Nacional.



Formada en parte con las donaciones de próceres nacionales de la talla de Andrés Bello, actualmente el Fondo General de la Biblioteca Nacional de Chile suma aproximadamente 350 mil volúmenes que van desde la literatura a las ciencias sociales, pasando por obras de los últimos años hasta clásicos antiquísimos de la Odisea, fábulas de Esopo o incluso, una historia universal de 1536, en latín.



Pero no todo es historia, nuevos desafíos y nuevos tiempos hacen cambiar incluso a las instituciones centenarias, por lo que al margen de las 5 mil personas que atendieron durante el 2010, ya se instauran nuevas formas para este 2011. Según Eliana Peña, si bien "la digitalización ha ido mermando la consulta de usuarios presenciales" para este año están trabajando en conjunto con la sección de préstamo a domicilio: "Si hay alguna obra que un usuario requiera en préstamo a domicilio y se encuentra en fondo general, se lo facilitamos, la idea es ampliar a través de lecturas a domicilio, lo que nos ha dado un gran resultado", afirmó.



Otros de los beneficios que nos cuenta Eliana Peña para los usuarios es la posibilidad de fotografiar (sin flash) los libros, cosa que no dependan exclusivamente de la fotocopiadora del lugar, aunque debe considerarse siempre que los libros con más de 50 años a la fecha salen exclusivamente por el salón de investigadores.



Anecdotario



No son pocas las anécdotas que suceden en un edificio como éste. Conocidas las historias de fantasmas y de Las Clarisas que alguna vez ocuparon este lugar, acá parece haber pasado otra cosa. Según Eliana, hasta los más antiguos y fantasmagóricos personajes ya murieron: "En esta sección no hay fantasmas, yo creo que se fueron. Cuando egresé de la universidad comencé trabajando acá, en esa época si había fantasmas, ruidos extraños, apariciones. Coincidió la ausencia de los fantasmas con la salida de los más revoltosos, los que tiraban una bolita por el pasillo cuando no se veía nada en las noches" cuenta riendo, rememorando antiguas bromas que azuzaban la imaginación en los más 7 pisos del Fondo General.



Otro tema peculiar son los pisos. Si bien puede sonar complejo ordenar 350 mil volúmenes, agregue a esto que una vez catalogados, en las secciones el ordenamiento es por tamaño: "se almacena por tamaño de libros, no por orden alfabético, es por una cuestión de espacio" afirma Eliana Peña y que además, los 7 pisos que ocupa el fondo general son los número 2, 3, 4, 5, 6, 14 y 8. No se extrañe, leyó bien, efectivamente entre el piso 6 y el 8 en la Biblioteca Nacional de Chile está el piso 14. La razón de eso obedece a que antiguamente los pisos de la Biblioteca llegaban hasta el 8 y los del Archivo Nacional comenzaban en el 9 e iban hasta el 16, "Después se fusionaron las colecciones, el piso 13 desapareció y el piso 7 que era de revistas se eliminó y se le puso 14", explica Eliana Peña. Y en verdad no hay mucho más que decir al respecto, luego de aclarar que hemeroteca, que está en el primer piso de la Biblioteca Nacional, en términos de ordenamiento es el piso 12°.

El tiempo continúa. La Biblioteca Nacional de Chile se preparar para recibir su propio bicentenario el año 2013, y a pesar de su senectud, las ganas, las personas, siguen pensando nuevas formas