Es 4 de noviembre de 2013 y los Académicos de Número de la Academia Peruana de la Lengua Alberto Varillas Montenegro, Carlos Thorne Boas y Manuel Pantigoso Pecero presentan una carta a la institución de la cual son miembros. En esa carta está escrito algo que debe llenar de orgullo a nuestro país.

La epístola habla de la necesidad de ingresar a un nuevo Miembro Correspondiente a la Academia Peruana de la Lengua y enumera un sinfín de méritos por los que esa persona debe ser considerada y aceptada. Esa persona es don Pedro Lastra, escritor y poeta nacido en Quillota y criado en Chillán.

Si bien el sólo hecho de ser propuesto para ser incorporado es un honor, tanto para Lastra como para nuestro país, la Resolución de esta propuesta lo es más. En ella se incluyen los motivos que hicieron que la sugerencia fuera aceptada.

Se consideró, entre muchos otros factores, la prolífica carrera académica de Pedro Lastra, destacándose entre ellas como Miembro de Número de la Academia Chilena de la Lengua y Correspondiente de la Real Academia de la Lengua Española; miembro honorario del Instituto Raúl Porras Barrenechea de la Universidad de San Marcos en Perú y profesor emérito de la Universidad del Estado de Nueva York en Stony Brook, entre otros.

También se destacó parte de sus publicaciones, como Traslado a la Mañana, Y éramos inmortales, Noticias del extranjero, Cuaderno de la doble vida, Canción del Pasajero, Antología del extranjero, Leve canción, Obras selectas y Al fin del día.

El texto de la Academia Peruana además resalta que "Pedro Lastra es un escritor que distingue las letras hispanoamericanas en el campo de la creación poética y de la crítica".

Arturo Navarro, gestor cultural, Director Ejecutivo del CCEM y amigo personal de Pedro Lastra, destaca este hecho y nos entrega su opinión sobre lo que implica para nuestros países: "Este honor para Pedro Lastra es de la máxima importancia, no sólo por sus innegables méritos literarios que otros muchos, con mayores condiciones literarias, se encargarán en lo sucesivo de destacar, sino por la oportunidad en que se otorga", y luego agrega "la verdad es que esta distinción es nada menos que la continuidad de una larga historia de encuentros, amistades, complicidades y hasta confesiones entre escritoras y escritores de ambos países de las que Pedro Lastra es principal testigo y actor. Hay, en el discurso de incorporación de Lastra, rasgos desconocidos y vigentes de las relaciones entre ambos países que se remontan al significativo papel que la escuadra libertadora chilena, impulsada por José de San Martín, cumpliera al estimular la independencia peruana. En esa gesta, estuvieron presentes cuartillas independentistas en castellano y quechua, que Lastra devela como símbolo no sólo de la astucia de los libertadores, sino de la relevancia que nuestros pueblos indígenas, hasta hoy, juegan en el desenvolvimiento de nuestros países. Larga vida a la hermandad de nuestros pueblos y al papel que la cultura jugará siempre en mantenerlos como lo que somos: hermanos".